Está en un polígono industrial de Campanillas, simula ser un castillo, muy limpio todo y con bastante decoración acorde al castillo, salvo algunos desnudos y semidesnudos femeninos que no vienen al tema. El personal de Recepción súper amable. Atienden las 24 horas, lo que es de agradecer. El 25 no servían desayuno, mas tuvieron la gentileza de ofrecernos zumos, dulces y algo para tomar en un espacio habilitado junto a Recepción, con vistas a un bonito patio, y café o infusiones en la habitación.