Estuve una noche con mis dos hijas y la pasamos súper !! Es un hotel boutique rodeado de espacios abiertos.
Cuenta con un zoológico con especies de la región, pero muy bien puesto. El recorrido nocturno fue espectacular para ver a los jaguares y pumas.
Hay un lago donde se puede pasear en lanchita y alimentar peces y tortugas, un mingolf y una alberca. El área para fogata está muy bonita. El desayuno lo hicimos en la mesa de los propietarios, muy acogedora compañía.
Agradezco la atención de Cecilia, siempre al pendiente, de Epigmenio, el encargado del zoológico, y especialmente de la Lic. Erika, por su amabilidad.
Es de muy fácil acceso por el periférico de Valladolid, solamente creo que la señalización puede mejorarse.