Estuvo aceptable el servicio, aunque hubo situaciones que no me gustaron: al pedir toalla adicional me dieron una toalla rota y deteriorada. Uno de los trabajadores de la recepción me dijo un precio que incluía los impuestos, y cuando me entregaron la factura al final de la estadía era un costo menor al que ya había pagado, pero ya había cambiado el turno. Se me quedó el estuche de unas gafas y al comunicarme con la administración me dijeron que no habían encontrado nada en mi cuarto, algunos elementos del cuartos estaban deteriorados como soportes de la dicha, Y por último, la cama tenía una especie de recubrimiento plástico que no dejó descansar bien durante la estadía.