Solo conocimos a la propietaria del hostal, Isabel, persona amable, sencilla y con ganas de agradar,
el hostal sin presunciones, pero comodo limpio, calle comercial pero con poco trafico, lo cual hace que exista silencio a la hora del descanso. Me costo algo de trabajo encontrar el establecimiento, pero una vez situado, estaba todo proximo, mi intencion, es si vuelvo a Sanlucar, intentar alojarme en el mismo lugar