El único punto fuerte del hotel es que está a 10 metros de la entrada de Petra. La comida es horrible. Cenamos porque era el cumpleaños de mi mujer, la comida muy mala y el pastel de cumpleaños era malísimo. Los cocteles igualmente de malos, aguados a pesar de hablar previamente con el camareros que nos aseguro que era coctelero. En resumen, hay un edifico con habitaciones y unas villas en pendiente (algunas de ellas inaccesible si tienes silla de ruedas). Nosotros dormimos en una de las villas, la decoración era normal. Recomendamos, las villas. El desayuno fue mediano con una abanico mediano de productos. Recomiendo no cenar e ir al centro por un par de rupia en taxi.