El hotel es precioso, muy limpio, el personal es muy bueno, excelente comida. Lo único malo, es que no es un hotel para descansar.
Es casi imposible dormir, con el ruido de la música… que el hotel pone en el área de la piscina.
También se escucha el ruido, las voces de los huéspedes vecinos… de las habitaciones de arriba, de los lados y de la gente de afuera. Las paredes parecen ser muy delgadas.
En fin, no pudimos dormir casi nada. Por eso no nos gustó. Se supone que además de gozar, hay que descansar. Y no estar espantándose, cada vez que alguien habla, o arrastran alguna silla, o ponen música desde que amanece… hasta tarde en la noche.